Este es el primer fict o sea la primera parte de uan saga de vaya uno a saber cuantos
Espero que les guste y dejen su opiniones
El crudo invierno se podía notar ahora más que antes, el frío traspasaba cualquier abrigo, la nieve caía sin pedir permiso ni disculpas… La nieve, tan calida y fría al mismo tiempo, en ese sentido era muy parecida a la oscuridad misma… la oscuridad para algunos era el fin de algo, la muerte misma de un cuerpo, de una situación, de una persona, de una etapa de la vida, pero sin ella no existiría la vida y la muerte al igual que tampoco sin la oscuridad no existiría la luz. En aquella academia parecía que se hubiese desatado una guerra santa, los edificios estaban destruidos, los patios cubiertos de escombros que a su vez eran cubierto por la nieve, blanca y pura. Este lugar siempre fue reconocido por la alegría que se podía respirar, pero ahora ya no era así, en estos momentos dolía respirar, era torturante sonreír, lastimaba el tan solo hecho de ser feliz… En aquel lugar donde siempre hubo luz, ésta ya no existía, ahora reinaba la oscuridad sin medida alguna, las risas y voces alegres se cambiaron por murmullos y rostros tristes, las figuras que bailaban al compás del sol ahora eran sombras melancólicas que vivían aferradas a un antiguo sueño, a una anterior época dorada que ya no existía.
La academia Cross tenia en ruinas partes de sus edificios, pero algunos salones de clases estaban bien, un grupo de seis chicas iban con paso firme y apresurado con un destino fijo, el despacho de Kaien Cross, varios ojos se posaron en ellas, estaban algo lastimadas, pero eso no les impedía seguir adelante, llamaron a la puerta:
-Adelante- dijo Kaien Cross
Las chicas pasaron, una de ellas se encargo de cerrar la puerta cuando todas estuvieron dentro.
-Bien, veo que vinieron todas- dijo Kain mirando al grupo.
-A si es- dijo una joven de cabellos negros que estaba delante de todas.
-Verán lo que les voy a pedir es algo arriesgado- comenzó a decir Kaien –Ustedes saben a la perfección lo que paso en la Academia hace unos días.
Las chicas afirmaron con sus cabezas, solo una desvió su mirada hacia un costado
-Si fuera por hacer lo correcto, ustedes tendrían otro final- dijo Yagari quien apareció desde las sombras de la habitación.
Aquel comentario molesto notablemente a la misma chica que había escondido su miraba y a otra mas.
-Yagari!- dijo Kaien –No es por eso que las llame, se que ustedes saben mas de lo que aparentan.
Todas sabían a que se refería el director, pero ninguna dijo nada, Kaien dejo escapar un suspiro.
-Bueno voy a ser directo porque el tiempo nos apremia y debemos comenzar de inmediato con esto- dijo Kaien abriendo un cajón del escritorio –Quiero que sean las nuevas guardianas de la Academia, se que ustedes ayudaron en la batalla y eso es aun mejor para el nuevo inicio, la mayoría de sus compañeros confían en ustedes- dijo, entregándoles a cada una un brazalete negro y un arma.
-No sé para que te molestas tanto, si yo puedo hacerlo a la perfección- dijo un joven de cabellos plateados de ojos púrpuras.
-No seas así Zero- dijo Kaien.
-Además que tiene de malo ayudar- dijo una de las jóvenes.
Zero la miro con cierta molestia.
-Tu también estas metida en esto- dijo Zero mientras se dirigía hacia donde estaba la última de las chicas –Me extraña que no te hayas marchado-.
-El hecho que este aquí significa que mi lealtad y las personas a las que quiero están aquí y no en otro lado- dijo la joven de ojos color púrpuras.
-Además ella esta esperado a Ichijou-sempai- dijo una de las chicas
-Luna-chan!- dijo a primera.
-Gomen Akasha-sempai.
-Así que te quedaste por él…- dijo Zero volviendo su vista a la puerta
-No, me quede por las chicas y por ti… Cabeza dura ¬___¬- dijo la joven
Ante aquella respuesta Zero se mostró sorprendido.
-No debes de juzgar así a la gente- dijo una chica que se acercaba a ellos dos –Chi-chan estaba muy preocupada por ti y le dices esas cosas.
-Sweet-neechan…- dijo Chikage
-Todas nos preocupamos por nuestros seres queridos y en especial por ti Zero- dijo otra chica que estaba al lado de Akasha.
-Uwasa-sempai tiene razón- dijo una joven que estaba al lado de Luna
-Todas estábamos demasiado preocupadas, quizás por eso no medimos nuestras acciones- dijo Akasha –Pero dejamos ayudar por eso esta vez, no seremos una molestia!.
Zero iba a decir algo pero se vio interrumpido por un alumno de la clase diurna que entro al despacho sin pedir permiso ni mucho menos excusarse, su mirada era perdida y llena de desasosiego.
-Akasha-sama!- dijo el joven viéndola en aquel lugar junto al resto de las chicas.
-Dark-san- dijo Ara que luchaba por llegar a donde estaba él.
-Que sucede?- pregunto Yagari .
-La verdad es que no lo se muy bien…- dijo Dark –Hay varios alumnos que no están pero lo mas extraño es que los hemos visto hace poco tiempo-
Las miradas de todos se encontraron.
-Bien comencemos con esto!- dijo Akasha dirigiéndose hacia la puerta.
-Si!- dijeron en un unísono todas mientras que Zero las miraba algo asombrado.
-Ara y Luna vayan juntas, si ven algo GRITEN, me comprendieron- dijo Akasha mirándolas con severidad –Sweet y Chi iran juntas, hacen buen equipo… Uwasa vendrás conmigo. ¿Alguna duda?
-Si, yo- dijo Luna – ¿Que hacemos con Zero nos lo podemos llevar con nosotras?- pregunto con ojos brillantes.
-Zero se encargara de su parte- dijo Sweet con diplomacia antes de que Akasha dijera algo –Recuerden que somos parte de las guardianas de la Academia de ahora en adelante.
-Es cierto- dijo Ara mirando el brazalete que tenían ahora cada una en su brazo izquierdo –Eto… ¡¡¿¿Pero este es el mismo tatuaje que tiene Zero??!!!
Todas miraron, ya que no se habían percatado de ese detalle.
-Entonces somos las guardianas de Zero- dudo en decir estas ultimas palabras Uwasa.
-Se podría decir que si- dijo Kaien.
Todas lo miraron con sorpresa.
-Verán desde lo sucedido… Hay “ciertas” vacantes- dijo con una sonrisa contagiosa –Ustedes son las únicas que se ajustaban al perfil.
-O sea que…- comenzó de decir Akasha mientras un color rosa suave tomaba sus mejillas –Zero…-
-Va a modernos….- murmuro Sweet.
-¡Pido primera!- dijo Luna.
-No, yo queria ser primera- dijo Ara.
Chikage suspiro resignada mientras que Sweet estaba en una especia de trance, un grito desgarrador rompió aquella burbuja que se había creado, ninguno de los presentes dijo nada, salieron corriendo hacia allá… corrieron a toda prisa, sin detenerse por nada ni nadie, el resto del colegio los miraba pasar como si fueran fantasmas… Como aquellos fantasmas que aparecen después de las guerras para recobrar sus victorias perdidas. Uwasa quien iba a la cabeza junto con Akasha se detuvieron de pronto, los demás imitaron la acción, los ojos de los presentes reconocieron el lugar enseguida, Zero se mostró algo molesto, Sweet sacudió su cabeza, Ara y Luna se miraron buscando confianza una en la otra, Chikage apretó con fuerza su puño cerca de su corazón, Akasha miro a Uwasa para coordinar la entrada, Akasha miro hacia atrás, se percato que no debía decir nada, todos estaban listo, Zero de abrió paso entre las chicas, se adelanto cinco pasos delante de ellas para luego echarse a correr .
-¡¡¡BAKA!!!- dijo Chikage quien le siguió.
-No nos queda mas que seguirles- dijo Sweet comenzado a correr.
-Son demasiado impulsivos ambos- dijo Akasha mientras miraba a Uwasa.
-¡¡¡Espérennos!!!- gritaron Ara y Luna.
-¡¡Lentas como siempre!!- dijo Uwasa.
Cuando ingresaron al dormitorio de LUNA se dieron con la postal de Zero y Chikage mirando fijamente hacia la puerta.
-¡¿Que es ese olor?!- dijo Luna.
Un olor fétido provenía de aquel dormitorio, mientras que una niebla había tomado lugar donde estaba la salida, aquel lugar lucia como una verdadera casa embrujada.
-Vampiros…- dijo Zero.
-¿Pero acaso no terminamos con todos?- dijo Uwasa.
-Al parecer quedan unos cuantos- dijo Akasha.
-Que cuente como clase de gimnasia- dijo Sweet.
-Por mi esta bien- dijo Chikage.
Zero miro complacido a las chicas, realmente estaban dispuestas a entrar a aquel lugar sin importarle absolutamente nada.
-Akasha-sempai!- dijo Ara quien tenia a Luna abraza por la espalda
Zero se acerco a ella, Luna se había desmayado por aquel olor irrespirable, miro a las demás.
-Quédense aquí y no quiero que te quejes por eso, comprendido- dijo Akasha a Ara
-Ten- le dijo Chikage mientras le entregaba una botellita con unas pastillas verdes ovaladas –Dale una cuando despierte-.