Pesadillas

El viento soplaba con fuerza, parecía molesto con todo lo que lo rodeaba, su grito se podía sentir en todos lados, pero esta vez no venia solo traía consigo al frío, el frío que era cortante, con el solo acariciar una suave mejilla la cortaba.
En lo alto de un campanario se podía distinguir la sombra difusa de un hombre, que parecía no molestarle el viento, sus ojos eran color rojo carmesí, sus labios eran finos, dos delgados colmillos se dejaban ver sobre ellos, su mirada estaba fija en un lugar o mejor dicho en una persona… Una joven de largo cabellos corría hacía donde estaba a él, la jovenzuela corría por un sendero cubierto por árboles desnudos a causa del invierno, sus pasos resonaban por todo el lugar, su respiración era agitada, entre cortada, sus mejillas estaban ruborizadas. Una sombra que estaba adentrada en el bosque miraba con resentimiento a la joven, aquella sombra pronuncio una palabra, está llego a odios de ella, se desvió de su camino, se adentro al bosque, la noche había comenzado a caer, ya no había luz tan solo la luz de la luna, quien brindaba un ambiente una atmósfera lúgubre, la joven se había adentrado demasiado, ya no podía distinguir por donde había ingresado, su voz llamaba a un joven pero nadie le respondía, tan solo el viento, apoyo su mano para descansar y recuperar aliento, unos brazos que salieron de la nada la tomaron por la espalda y en ese momento…
-¿Que hacen aquí todas ustedes?- dijo un chico de ojos lavandas.
-¡¡¡KYAAA!!!- gritaron las chicas presentes.
-Otra vez haciendo lo mismo- mascullo el chico –No te cansas de hacer lo mismo todas noches Chikage-chan-
-No, es divertido Zero-kun- dijo una joven de ojos púrpuras de cabellos negro que estaba sentada en uno de los pupitres del salón.
-¡Zero-kun es malo!- dijo una chica que estaba tratando de que su corazón vuelva a su pecho.
-Eres una exagerada Ara- dijo otra chica que miraba de reojo a Chikage, quien parecía alegre con el resultado conseguido –Yo creo que Chikage-sama disfruta haciéndonos esto-
-¿Porque dicen tales cosas?- dijo Zero con cierto tono de maldad –La pobre Chikage-chan se esfuerza todas las noches para tratar de contarles una historia de terror pero nunca la dejo terminar…-
-Si alguien es malo aquí es Zero-kun- dijo Sweet defendiendo a su hermana menor.
-¡¿Porque dices esas cosas Sweet?!- grito Akasha mientras abrazaba a Zero.
-¡¡¡¡AKASHA-SEMPAI!!!!- gritaron todas.
-¿Por que me abrazas?- le pregunto Zero bastante molesto con Akasha.
-Disculpa Zero-kun, pero creo que hoy no tomo la medicación- dijo Uwasa mientras trababa de que Akasha soltara a Zero.
-Tendrían que estar vigilando- dijo Zero.
-Lo sentimos- dijeron todas apenadas.
Este grupo de chicas no era estudiantes de la clase diurna normales, ellas eran guardianas especiales. No tan solo se encargaban de las alumnas de la clase diurna sino también de ocultar algunos asuntos de la academia. Eran seis jóvenes que habían sido bautizadas como los Ángeles Guardianes de la academia, mientras que sus brazaletes eran diferentes a lo que usaban en un tiempo atrás Zero y Yuuki Cross, eran negros con un el dibujo del tatuaje que Zero tenia en su cuello del mismo color, es por eso que las llamaban de esa forma, ya que se murmuraba que habían nacido para proteger a Zero.
-No se por que te comportas de esa forma siempre- dijo Uwasa retando a Akasha.
-Es que imposible resistirse a su encanto- dijo Akasha mientras sus ojos destellaban.
Sweet y Chikage suspiraron con cierto nivel de resignación pero divertidas por aquel comentario.
-Claro Chikage-chan no tiene ese problema- dijo Akasha volviéndose hacía la joven, quien la miro algo desconcertada por aquel comentario.
-Es verdad, Chikage-sama tiene a Ichijou-sempai- dijo Ara mirando con ojos celosos a la joven.
El rostro de Chikage había comenzado a tornarse de todas las tonalidades de rojo que pudieran existir, el resto de sus compañeras comenzaron a hacerle bromas y por más que ella se defendía ágilmente las mismas persistían.
Zero estaba observando todo desde lo alto de la academia Cross mientras que una sonrisa arrebatadora enmarcaba su rostro.
Un joven corría a toda velocidad por medio del bosque llamando a su amada, muchos le habían dicho que ella había sido hechiza por un poderoso vampiro, que aquel monstruo tan solo quería su sangre y que luego le mataría, eso jamás lo podía permitir. Así que una noche mientras todos dormían el joven la siguió por entre las sombras vio cuando se encontró con ese vampiro, pero los ojos de su joven emanorada eran puros, en ellos no había ningún hechizo, el vampiro se inclino suavemente hacía el oído de la muchacha y le susurro unas palabras, la joven se volteo a mirar hacía donde estaba escondido el joven, le llamo por su nombre varias veces, pero él no le respondió, ella se acerco hacía donde de estaba él, quedándose en el limite donde comenzaban las sombras.
-No me odies por favor, esta decisión la he tomado yo misma- dijo la joven –Lo amo, perdóname nunca quise que esto sucediera así…-
El joven que estaba en las sombras sonrió de forma irónica
-Esta noche me iré, dile a todos cuantos los quiero y que no se preocupen por mi que estaré bien- mientras decía estas palabras unas lagrimas delinearon su rostro –Te ame demasiado pero nunca supe si tu me amaste de la misma manera, deseo que puedas ser tan feliz como yo…Adiós amado mío- estas fueron las ultimas palabras que dijo la joven.
El vampiro ya no estaba allí, ella había comenzado a emprender su camino hacía el lugar de encuentro pacto con aquella criatura de la noche. El joven comenzó a perseguirla para decirle que en realidad nunca dejo de amarla ni siquiera un segundo pero…
La noche había pasado sin sobresaltos, lo que en parte era una ventaja, los alumnos de la clase nocturna eran pocos, pero cada día iban regresando cada vez mas, por el momento el titulo de Presidente del Dormitorio de la Luna era Takuma Ichjou, quien durante la presidencia de Kaname fue su mano derecha; junto a él estaba Senri Shiki y Rima Tooya, mientras que por el momento se desconocía el paradero de los demás integrantes de aquel consejo nocturno.
Durante el almuerzo Chikage se veía algo agotada mas de lo de costumbre, Zero se tomo asiento junto a ella en la cafetería del instituto.
-¿Qué te pasa?- le pregunto Zero mientras miraba hacía otro lado.
-Tengo sueño…- murmuro Chikage mientras que el resto de sus compañeras venían con el almuerzo.
-¿Por qué no les dices nada a tus amigas?-
-¿Sobre que…?- dijo mientras trataba de disimular un bostezo perezoso.
-Sobre como te tratan con respecto a tu compromiso con Ichijou-sempai-
-Esta bien, que no me molesta-
Zero miro extrañado a la joven por aquella actitud.
-Nunca vas a cambiar, verdad…- dijo Zero apoyando su mano sobre la cabeza de ella.
Chikage iba a decir algo cuando fueron interrumpidos por una avalancha de gritos que provenían del patio de la cafetería, ambos se levantaron de forma rápida y se dirigieron allí. El resto de sus compañeras ya estaban ahí, listas para crear una barrera entre ambas clases pero los pilares importantes aun no habían llegado.
-¡Buenos días a todos!- dijo una voz dulce y familiar.
Al escuchar estas palabras todas gritaron al unísono.
-¡¡Basta niñas!!- dijo Uwasa apareciendo en el medio del griterío.
-¡¡¡Shiki-sempai!!!- gritaron un grupo de chicas dejando sorda a Luna y Ara que estaban por ese lado.
-Creo que deben de hacer su trabajo- dijo Shiki mirando a las guardianas.
-No las molestes, Shiki-kun, ellas están haciendo lo mejor posible- dijo Takuma.
-Tendremos que ponernos serias- dijo Sweet mirando de reojo a sus compañeras.
-¿Dónde estará Chikage-sama?- preguntó Ara a Luna mientras trataban de poner orden en aquel lugar.
-Ya vendrá…- dijo Akasha que estaba renegando con 5 chicas que querían acosar a Takuma.
-Debemos aprovechar que no están Chikage-sama y Kiryu-kun- dijo una de las alumnas de la clase diurna.
Este comentario llego a oídos de Uwasa, quien sonrió malvadamente.
-Sweet, escuchaste eso…- dijo Uwasa mirando a su compañera.
-Claro- dijo Sweet.
Los ojos de ambas destellaban de maldad
-No se cuanto tiempo podremos seguir aguantando esto- dijo Luna tratando de mantener el equilibrio.
Dos sombras se reflejaron en el cielo sobre la cabeza de las chicas.
-No comprendo porque hacen tanto escándalo a estas horas- dijo Chikage.
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Kya!!!!!!!!!!!!!!!!!- gritaron todas.
-Hasta que llegaron- dijo Uwasa.
-Además hicieron toda una entrada triunfal- dijo Akasha en tono de broma.
-No había otra manera de llegar hasta aquí- dijo bastante sonrojada Chikage.
-Ahora todas ¡¡¡¡¡¡TODAS VAYAN INMEDIATAMENTE A CLASES!!!!!!- dijo Zero.
-Muchas gracias Kiryu-kun- dijo Takuma –Buenos días Chikage- dijo mientras tomaba su mano para darle un beso en ella.
-Bu...Buenos días Takuma….-kun- dijo Chikage.
-Es demasiado bonita- dijo Shiki lo que provoco que Rima le diera un pisotón a causa de lo celos.
-Etto…… ¿Shiki-sempai estas bien?- pregunto Ara.
-Si…- le respondió Shiki devolviéndole la mirada.
-Creo que ya la perdimos- dijo Luna mientras miraba a Ara flotar en una nube.
Nadie sabia cuantos años había vivido, pero los que todos sabían es que era una criatura de la noche, todos le tenían por esa razón…Un vampiro, para todos sus ojos demostraban sed de sangre, aquellos ojos eran siniestros y malvados, pero en la soledad aquella persona solía llorar… ¿Algo increíble no es así? ¿Como alguien como él podría llorar? La respuesta era simple, su corazón aun “latía”, palpitaba como nunca antes lo había hecho, por culpa de una niña… De un mortal. Aquel vampiro que antes los ojos de los demás era cruel se había enamorado perdidamente de una joven, el vampiro pensó que ella hermosa damisela jamás se fijaría en él puesto a que era un criatura aborrecible para los humanos. Comenzó a proteger a la jovencita en sus paseos por el bosque y cuando salía a las afueras del pueblo.
Una noche, cuando aun la brisa era calida y traía consigo el aroma de los cerezos, la joven se adentro una vez mas en el bosque, solo que esta vez llamaba a su noble caballero.
-Se que estas ahí…- dijo la joven –Quisiera hablar contigo-
El vampiro se hizo presente ante ella.
-¿En qué le puedo ayudar, milady?- dijo el vampiro.
-¿Por qué me sigues siempre?-le pregunto tímidamente.
-Porque no deseo verle lastimada-
La joven se acerco con pasos tímidos hacía él, apoyo sus manos en su rostro para ver de cerca sus ojos, los cuales eran calidos como la luz del sol.
-Entonces tenia razón- dijo la joven sonriendo aun con el rostro del joven vampiro en sus manos.
El vampiro parecía sorprendido por dicho comentario.
-Yo se que no eres malo, tus ojos me lo dicen- agrego la joven.
El vampiro acerco lentamente sus labios a los deja joven para verle con ternura, cuan grande fue la dicha de este al saber de que ella sentía lo mismo que él, ya que aquellos labios frágiles le besaban con un calor abrumador.
-Me he enamorado de ti…- le dijo el vampiro -¿Serias mi eterna compañera?- le pregunto el vampiro.
-Si, ya nada me ata a este pueblo, solo te tengo a ti- dijo la joven mientras se acurrucaba en los brazos del aquella criatura inmortal que le había confesado su amor.

La tarde había comenzado a caer, la joven de cabellos negros estaba sentada en la fuente con sus ojos cerrados, escuchando el viento que parecía traerle noticias.
-Akasha…- dijo Zero.
-Dime- dijo Akasha.
-¿Acaso sabes como termina la historia que Chikage les estaba contando?- le pregunto algo avergonzado.
-La verdad es que no lo sé…- le respondió Akasha mientras abría sus ojos.
Zero le miro algo sorprendido.
-Mis disculpas por hacerlos esperar- dijo Luna quien era la primera delante del grupo de chicas.
-Esta bien chicas- dijo Akasha parándose –Zero-kun…-
Zero volteo a mirarla.
-¿Por qué no le preguntas a ella?- le sugirió.
-Creo que lo tendré que hacer- dijo Zero algo incomodo por la idea.
Aquel día se les había dado como descanso a los guardianes de la academia, debido a que los alumnos de la clase nocturna tenia una fiesta a las afueras de la ciudad, y Kain Cross pensó que era lo mejor dejar que los jóvenes se diviertan, se había tomado el atrevimiento de organizar una de actividades para ellos en el parque de atracciones del pueblo, por supuesto que las chicas aceptaron encantadas la idea no así Zero pero debía a el gran poder de convencimiento de Uwasa y Ara termino aceptando la idea. El camino hacía aquel lugar no era muy lejos de donde ellos estaban así que optaron por caminar, el clima de aquella noche era templado, no hacía demasiado frío pero tampoco demasiado calor, la luna lucia un hermoso vestido amarillo, mientras que las estrellas estaban mas exuberantes que noches anteriores, todos parecían estar muy animados, y la charla que había entre ellos los demostraba, aunque la mirada de Zero era seria y fija hacía una sola persona que estaba delante de él.
-Si la sigues mirando así, tendrás problema con Ichijou-sempai- dijo Sweet, quien estaba al lado de Zero.
-¿Por qué voy a tener problemas? Si no estoy haciendo nada malo- dijo Zero.
Ante esta respuesta Sweet sonrió, pero no dijo nada más, de tal manera que fue como si nunca hubiera dicho nada.
Cuando llegaron al parque de atracciones todos quedaron sorprendidos por aquel lugar, era hermoso, llevo de luces de todos los colores, la gente que estaba allí demostraba la felicidad en su rostro, a media que iban viendo las atracciones que había en aquel lugar se fueron separando, pero algo les llamo la atención a las personas que se divertían allí, tanto Zero como Chikage parecían alumnos de la clase nocturna y todas las miradas estaban sobre ellos.
-Eh… Disculpa, ¿eres alumna de la clase nocturna?- le pregunto un chica a Zero
Zero iba a decir algo pero Chikage le intervino con una gracia única y típica de la clase nocturna.
-Si, lo somos- dijo Chikage con una sonrisa arrebatadora.
-¡¡Oh!!- dijo la joven encantada por la simple emoción mientras que sus mejillas se sonrojaban -¿Dónde esta el resto de sus compañeros?-
-La verdad es que…- comenzó a decir Chikage cuando Zero le interrumpió con una sonrisa muy cazadora.
-Nos escapamos del resto de la clase con ayuda de las guardianas de la academia- dijo Zero con voz encantadoramente seductora.
La chica no dijo nada tan solo sonrió maravillada de aquella respuesta, hizo una reverencia ante ellos y se marcho.
-Al parecer esta haciendo efecto el hecho de que hayas “convivido” esos años con Aidou-sempai- dijo Chikage.
-No digas esas cosas- bramo Zero.
-Ven acompáñame- le dijo antes de dar unos pasos delante de él
-Espera- le dijo Zero tomándola de la muñeca, lo que se percato enseguida que no debía hacerlo –Lo siento- agrego bastante apenado.
-Esta bien- le respondió Chikage sin dejar de lado su sonrisa –Somos amigos desde hace tiempo así que no veo ningún problema-
-Chikage, ¿cómo termina la historia que les estabas contando a las demás?- le pregunto Zero bastante avergonzado.
Chikage hizo una cara pensativa y luego ladeo su cabeza sonriéndole, Zero se quedo hipnotizado por la sonrisa de aquella joven.
-No lo sé- le respondió Chikage –Es una historia que se esta escribiendo, cada uno de los personajes esta escribiendo sus propias acciones, así que no debes de preocuparte por nada de eso- le dijo mientras se acercaba a él –Así que Zero, ¡¡vamos a jugar!!-
Esta respuesta dejo a Zero totalmente sorprendido pero a la vez le brindaba paz, así que por una noche se alejo de todos sus problemas.
Cuando la joven se marchó del lado del joven y este se proponía adentrarse al bosque a buscarla y obligarla a estar a su lado, seis arcángeles aparecieron delante de él.
-Detente, por favor- le dijo un ángel de ojos azules.
-Déjala ir- le dijo otro querubín de ojos púrpuras, mientras tomaba a la joven en sus brazos.
-¡¡¡¡No te la lleves!!!!-grito el joven
-Ella ya no te perteneces, ella es parte de él- dijo un tercer ángel de ojos negros –Ahora descansa, nosotras cuidaremos de ti…- mientras decía estas palabras el joven cerro sus ojos en brazos de aquel serafín.
-Duerme mi querido Zero…- dijo el ángel que lo tenia en brazos antes de besar sus ojos.